LA MUJER Y EL CARNAVAL

Nueva entrega de Angela Farías, de una serie de notas publicadas por Ultimas Noticias, en el 2000. En esta oportunidad, su particular enfoque sobre la inserción de la mujer en la fiesta de Momo.

Autor: Angela Farías
Debo de confesar que, la inmensa mayoría de los carnavaleros entre los cuales me incluyo, aún llevando años participando en él, desconocíamos el origen del Carnaval y a quien le estamos rindiendo tributo. En mi caso, la afinidad con esta fiesta surge en mi niñez. Nací en el barrio Buceo, en donde el tablado era el punto de referencia entre las familias humildes y numerosas. Había uno en la esquina de mi casa, primero en Ambrosio Velasco y Rivera, después en Ramos y Comercio, también concurríamos al “Tres esquinas” y al Edison, en donde animaba Roberto Barry y su hermano Padula o al Alto Perú, hasta que echamos raíces en el Jardín de las Comparsas, ubicado en Propios y Avenida Italia.
Así crecimos con mis hermanos, esperando cada año el tan anhelado Carnaval. Para nosotros era, es y será una fiesta. Disfrazándonos de mamarrachos, haciendo guerrillas de agua tirándonos papelitos y serpentinas.
Cuando llegamos a la adolescencia le prestábamos más atención a los conjuntos y ahí empecé a admirar el arte y la creatividad que para la época exponían “Los Negros Melódicos”, “Los Fígaros Armónicos”, “Los Jardineros”, “La Escuelita del crimen”, “Palán Palán”, “Fantasía Negra” y tantos conjuntos que con el tiempo dejaron de salir.
En carnaval, nos conocimos con mi esposo y también nos casamos en víspera de carnaval… Y nuestro hijo nació, dos años después, ocho días antes de comenzar carnaval. El carnaval en nuestras vidas ha sido de mucha gravitación y hemos tratado de regresarle todo lo que nos hizo vivir con el mismo amor respeto y alegría.
Hace algunos años cuando comencé a investigar, me sorprendí del real significado, tanto es así que el motivo de nuestra incursión en Carnaval fue precisamente por que siempre creímos en la auto expresión como desarrollo personal del individuo y el colectivo. Para nosotros lo más gravitante, es que el espíritu del evento carnavalesco, se manifiesta a través de la exaltación de los sentidos, para que busquemos el equilibrio… La verdadera belleza yace en lo armónico…

El rol de la mujer en el Carnaval

Cuando comenzamos a incursionar en la categoría Revistas, la mayoría de los espectáculos en esta categoría eran muy frívolos y banales, a la mujer se la presentaba al igual que a una res, en una exposición de ganadería. Los textos carecían de un hilo conductor y un sin fin de dialogados que forzaban o dilataban el desarrollo del espectáculo. Un buen cuerpo femenino pasaba a ser el objeto que justificara lo superficial de la propuesta.
Hoy me atrevo a asegurar que el éxito de Uruguay Show se debió a que rebatimos definitivamente el estilo y tratamiento que se les daba a las revistas. El público, sin exagerar, la acogió unánimemente, trascendiendo los propios límites de la categoría. Hecho que se ve robustecido porque es un género que no tiene seguidores, ni muchos adeptos y, sin embargo, lo revertimos.
La visión que tengo del ser humano, en todos los ámbitos de la vida, fue el motivo de los argumentos que escribí, plasmé y dirigí durante doce años, en Uruguay Show. Si bien apelé a la picardía y el doble sentido, en lo sutil y lo visual, lo hice siempre al servicio de un mensaje social, humano y universalista. Como pluma femenina, en un ámbito netamente masculino, lograr un sitial no fue fácil. La presencia de mi esposo apoyándome en todo, compañero incondicional y de un carisma poco común en estas lides, fue el estímulo expansivo y contenedor de mis creaciones y catarsis.
Escribir y dirigir no es tarea afín a una mujer, aún hoy en carnaval, por eso debo de destacar la inmensa gravitación del público en el reconocimiento de nuestro trabajo, la gente que concurre a los escenarios y al Teatro de Verano es quien en definitiva consagra a un espectáculo de la categoría que sea más allá de los técnicos e integrantes que lo conformen y sin discriminar su sexo.
En nuestra próxima entrega analizaremos las constantes transformaciones del Carnaval y de la forma de ir compasándonos a esos cambios inexorables, inevitables…

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