SEIS DÉCADAS DE LLAMADAS

En 1956, la entonces denominada “Comisión Municipal de Fiestas” decidió oficializar un desfile al que bautizó “Concurso de Llamadas”, estableciendo un recorrido por los barrios Sur y Palermo, que conservaba el espíritu de las tradicionales Llamadas. Fue el comienzo de una de las celebraciones más populares y representativas de nuestro folklore. En ese primer año el Jurado se inclinó por un empate en el primer lugar entre las comparsas Morenada y Fantasía Negra.

60 años después, esa fiesta se transformó en una atracción internacional. Son numerosos los paquetes turísticos que se contratan, despertando gran interés en países como Argentina y Chile, sin descartar otros estados latinoamericanos e incluso, europeos, ya que ha sido promocionado en las principales guías turísticas como uno de los grandes atractivos que ofrece el Uruguay, junto a sus playas y la calidad de su carne y suele ofrecerse como una opción adicional a quienes desean disfrutar del Carnaval de Río.

En esta temporada, las Llamadas se realizarán el 4 y 5 de febrero, con idéntico recorrido: Partiendo desde Zelmar Michellini y Carlos Gardel, tomando por ésta, continuando por Isla de Flores hasta llegar a Minas.

En la primera jornada las animadoras serán las comparsas: Senegal, La Facala, La Fabini, Makale, L.U.C., La Carpintera Roh, M.Q.L., Gorilas de Virunga, Nimba, Uganda, Resurgir de las Catas, La Fuerza, Los Niche, La Mazumba, Nigeria, Rencuentro, E.P. y Agguanile (Comparsa invitada).
En la segunda jornada, la marcha será encabezada por Elumbé (la ganadora de la última edición) y la siguen en orden: Yambo Kenia, C 1080, Sarabanda,
Tronar de Tambores, La Jacinta, La Figari, Zumbaé, Mi Morena, La Generación Lubola, La Dominó, Valores, La Tangó, La Gozadera, Uráfrica, La Simona,
Batea de Tacuarí, Elegguá, Integración, Las Panteras de Benguela, Triniboa,
Cenceribó, La Restauración y cerrando, en carácter de invitada, De Villa Española.

Si usted es un asiduo asistente a esta fiesta, las palabras están de más pero, si usted nunca acudió es algo que merece verse, escucharlo y vivirlo. Ver el paso cansino de las comparsas, con las morenas danzando sin parar, las figuras típicas de mamas viejas, gramilleros y escoberos cumpliendo su perenne ritual, esquivando las banderas que pasan sobre nuestras cabezas e impactándonos con el rugido de los tambores, aunque la fiesta no es sólo ahí, bastará con levantar la mirada y detenerse un momento en los balcones coloridos, observar a la gente que baila parada sobre sus asientos y permanece haciéndolo durante horas sin agotarse, las reacciones que van desde los más veteranos hasta los más jóvenes, el espectáculo se vive en las calles y en su entorno… Serán imágenes que quedarán grabadas en su recuerdo en forma indeleble. Es una de esas cosas que debe experimentarla, por lo menos, una vez en la vida… Seguramente, no se arrepentirá.

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