Diario de un Fuera de Concurso (1)

Mi duda para la prueba de admisión era si era conveniente usar los mejores chistes y llegar al carnaval sin sorpresa alguna o arriesgar a no pasar por dar la sensación de falta de humor. La murga que estaba actuando debe tener la misma duda, o son directamente horribles. Luego tengo que ir a buscar a mi hijo a su ensayo del carnaval de la promesas. A eso hay que cambiarle de nombre, porque no promete mucho. El otro día le dieron una charla sobre el concurso porque dicen que salen a ganar. Yo también. Salgo a ganarme unos mangos. Para eso me entrené durante años, desde niño, con los mejores. Fui ayudante de Tuta de Castro, y “Los Tribelinos”. También trabajé con “Los grandes del buen Humor”. Les hice un seguimiento especial a Luis Guarnerio y a Héctor Perry. Traté de no perderme una sola actuación del “Trío escalera”, “Paco y Pico”, “El muñeco Firulete”, todos los magos, y grupos musicales varios (incluyendo “Los marinos cantores”). Porque desde chico tenía claro que iba a salir en carnaval, pero fuera de concurso. Pero la vida siempre te pone a prueba. Odio los jurados, y aquí me ven frente a uno. Lo tengo decidido, voy a hacer lo de la radio, una imitación de lo que hizo Luis durante años, luego hago unos chistes de mexicanos (como aquel que salía de mexicano), luego hago un “playback” (como el hermano de Roberto Barry) y al final saco un muñeco de un borracho con el que hacía chistes sobre el “Cuqui” y ahora uso para tomarle el pelo a Larrañaga (espero que no se note mi afiliación política). Es más, trato de no hacer chistes políticos. Porque esa es otra, está todo muy sensible y tuve que suprimir mi número del travesti que fue un éxito en los 80. Lleno de chistes homófobos y machistas. También dejé de lado los chistes de judío por antisemitas, los de gallegos por xenófobos y los de “opas” porque discriminaban a una minoría. Tampoco me gusta hacer chistes sobre la pobreza, la depresión u otras enfermedades, o los que se ríen del diferente, los accidentes o la ignorancia. Al final lo tengo claro, me rio de mi mismo. Esquivando algunos temas porque siempre fui un gay no reconocido, de madre judía y padre afrodescendiente y mi hermano gemelo tiene una discapacidad intelectual bastante marcada. Bueno, ya me toca. Espero poder hacer carnaval en los tablados. Si no paso, deberé aceptar salir en esos parodistas que me llamaron. Dice el director que salen para ganar. Yo no. Yo salgo para hacer unos mangos.

Joaquín DHoldan
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